ENTRE EL "CAMIÑO DE INVERNO" Y LAS VÍAS DEL FERROCARRIL
EL CAMINO DE INVIERNO Y LA RIBEIRA SACRA
El Camino de Invierno es una ruta de peregrinación a Santiago declarada como tal en 2016, año en que se aprobó su uso como Camino Oficial.
Hay datos en los que se constata que desde la época medieval ya era usada por muchos peregrinos, al entrar en Galicia para huir, en invierno, de la dureza que ofrecían las cumbres nevadas de O Cebreiro en el Camino Francés,
Es peculiar el hecho de que ninguna otra ruta cruza las 4 provincias gallegas pero sin duda lo más atractivo y peculiar del Camino de Invierno son el paisaje que nos ofrece y sus gentes.
A la salida de Ponferrada, se abre una nueva ruta en ell Camino Frances por el cauce natural que marca el río Sil, con un perfil del terreno en suave descenso y con unas cotas mucho más bajas de las que ofrece la continuidad del Camino Francés por O Cebreiro. Una ruta que fue seguida por los diferentes pueblos a lo largo de la historia, desde los romanos a las tropas napoleónicas francesas, para hacer sus incursiones en tierras gallegas. Y también la que siguió el primer trazado de la línea férrea para entrar en Galicia. La línea Palencia – A Coruña, inaugurada en 1883.
A lo largo de unos 260 kms, el Camino de Invierno es la única Ruta Jacobea que recorre las cuatro provincias gallegas, tras dejar la comarca leonesa del Bierzo.
Hace su entrada en Galicia por la comarca orensana de Valdeorras. Aprovechando una antigua calzada romana continúa en paralelo al cauce del río Sil por el Sur de la provincia de Lugo y llega hasta Monforte de Lemos, donde ubicamos nuestro Albergue Lemavo a 136 Km de Santiago de Compostela. Atraviesa el valle de Lemos y ya en las estribaciones del monte Faro, entra en la comarca pontevedresa del Deza, uniéndose en Lalín al camino Sanabrés o Mozárabe, hasta Santiago de Compostela.
Además del río, un fiel acompañante, en gran parte del recorrido, hay dos singularidades que identifican esta ruta: una, cruza el parque arqueológico de Las Médulas, declaradas Patrimonio de la Humanidad; otra, atraviesa gran parte de la Ribeira Sacra, por el Sur lucense, salpicada del mayor número de iglesias románicas gallegas, enclavadas, en su mayor parte, en los impresionantes cañones del río Sil y laderas del río Miño.
Las Médulas y Montefurado nos recuerdan aquella época de explotación minera que llevaron a cabo las Legiones Romanas, pero sin duda el máximo exponente de su encanto lo tiene en la Ribeira Sacra donde encontraremos extensas plantaciones de viñedos, en pared, trabajados desde tiempo inmemorial en una orografía casi imposible, al paso de este río por unos cañones a los que da su nombre: “cañones del río Sil” y que producen unos “caldos” de excelsa calidad, bajo la denominación de origen “Ribeira Sacra”.
EL CAMINO DE INVIERNO Y EL FERROCARRIL
Nuestro Albergue, tu albergue, está situado, justo, frente a la estación ferroviaria de Monforte de Lemos. A la entrada principal del albergue se accede cruzando una pasarela sobre las vías de ADIF, y el camino de invierno discurre por la parte posterior del edificio justo donde antiguamente existió una parada oficial de diligencias (transporte colectivo anterior al ferrocarril) que dice mucho de la importancia estratégica de su ubicación como lugar de descanso para las gentes de paso por la ciudad.
El ferrocarril y sus empresas ferroviarias y auxiliares fueron indispensables para el desarrollo de la ciudad de Monforte y toda la comarca del valle de Lemos. Históricamente la llegada del ferrocarril a cualquier punto de la geografía suponía la llegada del progreso (léase la dedicatoria y el alegato al progreso del poeta Curros Enríquez tras la llegada de la primera locomotora de vapor a la estación de Ourense) y, desde este punto de vista, fue Monforte de Lemos, la exclusiva puerta de comunicación de Galicia con la meseta ya desde finales del siglo XIX pero, básicamente, es en torno a los años 60 del siglo pasado, y durante tres décadas, cuando puede considerarse la etapa de mayor esplendor de la ciudad consolidándose como un núcleo ferroviario de primer orden.
Fue la época en que, paulatinamente, se fue consolidando en el transporte ferroviario la transición y cambio de la tracción a vapor por el diesel y, posteriormente, tras la electrificación de León a Vigo, se ha ido sustituyendo, en gran parte, por la tracción eléctrica. Esta rápida evolución generó un importante número de puestos de trabajo en la ciudad con la llegada de miles de trabajadores con sus familias que convirtieron su estación en el auténtico motor de la economía de la ciudad hasta que, a partir de mediados los años 80, la automatización y las sucesivas reestructuraciones empresariales, desplazaron gran parte de la actividad existente en Monforte hacia la cabecera de Zona de León, y hacia el nuevo nudo ferroviario finalmente consolidado en Ourense, situaciones que han hecho vivir a la ciudad un periodo de decadencia económica de la que, a día de hoy, todavía está intentando recuperarse impulsando el asentamiento de nuevos sectores productivos y de servicios.
En aquellos años de esplendor estaban situados en la estación de Monforte los talleres centrales de mantenimiento y reparación de material móvil y remolcado, los servicios de construcción y conservación de las infraestructuras, el personal responsable de los enclavamientos de seguridad, pasos a nivel y del control del tráfico; las base de personal de conducción y tracción así como un importante número de trabajadores responsable de las maniobras y clasificación del material, entre otros servicios como los de comercial, administración, supervisión y gestión… Más de dos mil empleados en las distintas secciones en las que hoy en día apenas trabajan un centenar, pero aún así, este nudo ferroviario, sigue manteniendo una importante actividad, básicamente como nudo estratégico y bifurcación ferroviaria en el ámbito de las mercancías, por ser considerada esta la conexión más lógica y rentable para dar salida a las mercancías desde Galicia hacia la meseta enlazando el tráfico de mercancías procedente de los puertos gallegos de A Coruña y Vigo con el de los puertos asturianos por un trazado orográficamente más razonable y viable que cualquier otra alternativa ferroviaria.
Es por tanto una ventaja para los peregrinos, y también para los demás turistas, la situación de proximidad del Albergue Lemavo a la estación de ferrocarril pero además, a menos de 500 metros de distancia, se encuentra, y puede visitarse, el histórico depósito de tracción a vapor más importante de Galicia, actual sede del Museo del ferrocarril de Galicia (MUFERGA) que cuenta, gestionado por esta entidad, con la única rampa giratoria de España que en la actualidad se conserva funcionando, en la cual la máquinas cambiaban de sentido.
https://turismo.ribeirasacra.org/museo-del-ferrocarril-de-galicia
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"Ultreia et Suseia"